domingo, 23 de noviembre de 2008

SIDA

Voy a hablaros sobre el SIDA, otra enfermedad de la categoría de enfermedades infecciosas. Pues bien, todos en algún momento hemos oído hablar del SIDA; las siglas significan síndrome de inmunodeficiencia humana adquirida. El Sida consiste en la incapacidad del ser humano para hacer frente a las infecciones y otros procesos patolóficos, y se desarrolla cuando el nivel de linfocitos o glóbulos blancos T CD4 desciende por debajo de 200 células por milímetro de sangre.


En la fotografía podemos observar un linfocito afectado por el virus del Sida
El Sida es producido por el virus del VIH (virus de inmunodeficiencia humana). Se dice que una persona está infectada con el Sida cuando su organismo no es capaz de ofrecer una respuesta inmune adecuada contra las infecciones que aquejan a los seres humanos. Pero claro, una persona infectada con el virus del VIH no tiene por qué padecer el Sida. Cuando esto ocurre se dice que esa persona es seropositiva, y no llegará a desarrollar la enfermedad hasta que su nivel de linfocitos descienda por debajo del nivel normal.

Virus del VIH

PRINCIPALES VÍAS DE CONTAGIO

Las tres vías principales de contagio son la parenteral (transfusiones de sangre, intercambio de jeringuillas entre drogadictos, intercambio de agujas intramusculares), la sexual (bien sea homosexual masculina o heterosexual) y la materno-filial (transplacentaria, antes del nacimiento, en el momento del parto o durante la lactancia).

Niño afectado de Sida

Las personas afectadas de Sida comienzan a contraer enfermedades que posiblemente no les harían tanto daño de no padecer la enfermedad. A estas enfermedades se les demomina enfermedades oportunistas. La caída de las defensas no es masiva y uniforme sino que permite con mayor probabilidad la aparición de ciertas enfermedades: infecciones (las más frecuentes son las pulmonares, y también otras producidas por diversos virus, bacterias, hongos y parásitos), y distintos tipos de cáncer (los más comunes son lo que afectan la piel y los ganglios linfáticos). Uno de los indicadores más evidentes del avance de la infección y del desarrollo del SIDA, es la aparición de estas "enfermedades oportunistas". Por eso se las considera "marcadoras" o "trazadoras". Marcan la presencia y evolución de la infección. A ellas se suman los efectos directos del virus en el organismo, que incluyen, entre otros, trastornos del sistema nervioso y del aparato digestivo. Cuando el portador del VIH desarrolla este conjunto de afecciones se lo considera un enfermo de SIDA.


Enfermedad oportunista

PRUEBAS PARA DETECTAR LA ENFERMEDAD

La primera prueba que suele hacerse para detectar la presencia del virus es conocida como ELISA - Enzyme Linked Immuno-sorbent Assay (prueba de inmunoenzimática)-. Existen otras similares pero esta es la más frecuente. Esta prueba, como toda prueba serológica no reconoce el virus, sino los anticuerpos generados por el organismo para defenderse de él. Es decir, si hay anticuerpos, hay virus. ELISA es una prueba muy sensible, ya que ante la mínima presencia de anticuerpos del virus, e incluso elementos similares, dará un resultado positivo. Si el estudio da negativo es porque efectivamente el virus no está presente. La alta sensibilidad de esta prueba puede dar como resultado "falsos positivos" ante anticuerpos similares, lo que obliga a realizar una prueba confirmatoria. A las personas con resultado positivo, se les realiza una segunda prueba, más específica y menos sensible, para confirmar la presencia de anticuerpo de VIH y eliminar del grupo de los "positivos" a las personas que no están infectadas por el virus.. La más frecuente es la Western-blot.

Prueba para detectar el SIDA

TRATAMIENTOS

El común denominador de los tratamientos aplicados en la actualidad es la combinación de distintas drogas antiretrovilares, comúnmente llamada "cóctel". Estos "cócteles" reemplazaron a las terapias tradicionales de una sola droga, que sólo se mantienen en el caso de las embarazadas VIH positivas. Las diferentes drogas tienden a impedir la multiplicación del virus y, hacen más lento el proceso de deterioro del sistema inmunitario. El "cóctel" se compone de dos drogas inhibidoras de la transcriptaza reversa (las drogas: AZT, DDI, DDC, 3TC y D4T) y un inhibidor de otras enzimas, las proteasas. Al inhibir diferentes enzimas, las drogas intervienen en diferentes momentos del proceso de multiplicación del virus, impidiendo que dicho proceso llegue a término. La ventaja de la combinación reside, justamente, en que no se ataca al virus en un solo lugar, sino que se le dan "simultáneos y diferentes golpes". Los inhibidores de la transcriptaza inversa introducen una información genética "equivocada" o "incompleta" que hace imposible la multiplicación del virus y determina su muerte. Los inhibidores de las proteasas actúan en células ya infectadas impidiendo el "ensamblaje" de las proteínas necesarias para la formación de nuevas partículas virales. A partir del momento en que se detecta la infección, lo más importante es averiguar cuál es el estado inmunológico del paciente a través del recuento de linfocitos CD4 (indicadores de la capacidad de defensas del organismo) y de la cantidad de virus circulante en la sangre (lo que se denomina carga viral). La caída de linfocitos CD4 por debajo de un valor límite - que se ha fijado actualmente en 500/mm - marca un deterioro inmunológico que hace prever la aparición de las enfermedades oportunistas.

Una vez que hemos sido infectados, no existe ningún tipo de tratamiento que consiga eliminarlo de nuestro cuerpo o aniquilarlo por completo. Por tanto, los pacientes infectados deberán estar siempre pendientes de la enfermedad y sometidos a algún tipo de control o tratamiento.
Aunque pueda parecer descorazonador, el sida se está convirtiendo cada vez más en una enfermedad crónica, como la diabetes o la insuficiencia renal. En el fondo, es una buenísima noticia: hasta hace bien poco tener el sida era prácticamente una condena de muerte segura a la que sólo le faltaba la fecha de ejecución. La muerte llegaba antes o después en función, entre otras cosas, de la suerte a la hora de contraer infecciones y de la rapidez con que nuestras defensas fueran aniquiladas por el VIH. En estos momentos, existe todo un arsenal de fármacos a disposición de los especialistas para combatir al virus. Aunque ninguno de ellos, por sí solo o combinado, es capaz de destruir al virus. Eso sí, consiguen frenar dramáticamente su multiplicación y, por tanto, su capacidad de hacernos daño.

PREVENCIÓN

Para prevenir el Sida debemos utilizar preservativos en todas las relaciones sexuales, no compartir jeringuillas en el caso de los drogadictos. Las transfusiones ya no son un gran problema porque está todo muy controlado. En caso de utensilios utilizados para hacer tatuajes, piercings, acupuntura, etc, deben ser estériles. De lo contrario se puede producir infección si estos están contaminados con el virus.



miércoles, 12 de noviembre de 2008

PESTE NEGRA

Bacilo de la peste
Voy a hablaros de una enfermedad que asoló Europa en el siglo XIV y que mató a más de un tercio de la población del continente. Se trata de la peste negra, que es una enfermedad que englobaremos en la categoría de enfermedades infecciosas.

La mayor parte de los científicos cree que esta enfermedad fue un brote de peste bubónica, una enfermedad que se ha extendido en forma de pandemia varias veces a lo largo de la historia. La peste es causada por la bacteria llamada Yersinia pestis que se contagia por las pulgas con la ayuda de la rata negra (rattus rattus), que hoy conocemos como rata de campo. Esta bacteria es un cocobacilo gram negativo perteneciente a la familia de las Enterobacterias. El microorganismo puede mantenerse viable durante semanas en aguas, harinas y granos húmedos, y es destruido por la luz solar en pocas horas; se diferencia de la Yersinia enterocolítica porque la Yersinia pestis es inmóvil a temperatura ambiente. La peste es transmitida al hombre por la picadura de la pulga oriental de la rata, Xenopsylla Cheopis, por ello las personas y los animales que viven o visitan lugares donde recientemente han muerto roedores corren el riesgo de contraer la enfermedad por las picaduras de las pulgas. La pulga introduce miles de bacilos en la piel, que emigran a través de los vasos linfáticos hasta los ganglios linfáticos regionales, donde se multiplican causando la destrucción y necrosis (muerte de un tejido) de la estructura ganglionar.

SÍNTOMAS

Tras un período de incubación de entre dos a ocho días, aparece bruscamente un cuadro de fiebre, cefalea (dolores de cabeza), escalofríos y astenia (debilitación del estado general). Después de algunas horas los pacientes notan el bubón, que es una adenopatía dolorosa al tacto de 1 a 10 cm, que se localiza en las axilas, cuello e ingles, y que en ocasiones pueden supurar.

TIPOS DE PESTE

Podemos distinguir tres variedades de peste. Son las siguientes:

-PESTE BUBÓNICA. Se contrae si te muerde o pica un roedor o pulga infectados, o si la bacteria entra por una herida abierta. Puede llegar a causar la muerte si no se recibe atención médica. No es contagiosa de una persona a otra. Los síntomas son los mencionados anteriormente, como fiebre, escalofríos, debilidad e inflamación de los ganglios.
-PESTE NEUMÓNICA. Se contrae si se está cerca de una persona o animal afectados. Como la bubónica, necesita atención médica porque sino podría producir la muerte. Se contagia de una persona a otra por medio del aire. Los primeros síntomas son los anteriores, pero al cabo de unos cuatro días se combinaran con falta de aliento, dolor en el pecho, y tos a veces con sangre o líquido.
-PESTE SEPTICÉMICA. Ocurre cuando la bacteria de la peste se multiplica en la sangre por sí sola o a consecuencia de una complicación de la peste neumónica o bubónica. Cuando ocurre por sí sola se da de la misma manera como se da la peste bubónica, pero no se forman bubones. Los pacientes presentan fiebre, escalofríos y hemorragias en la piel o en otros órganos. No se propaga de una persona a otra.

TRATAMIENTO Y PREVENCIÓN

Para reducir las probabilidades de muerte, es necesario administrar antibióticos dentro de las 24 horas a partir de la aparición de los primeros síntomas. La estreptomicina, gentamicina, tetraciclina y el cloromfenicol son antibióticos eficaces en el tratamiento contra la peste pulmonar. El tratamiento a base de antibióticos durante 7 días protegerá a las personas que han estado en contacto directo y cercano con pacientes infectados. El uso de una máscara quirúrgica bien ajustada también protege contra la infección.


Rata de campo

Síntomas de la peste

Muerte negra

TIPOS DE ENFERMEDADES

Para empezar, deberíamos empezar diciendo cuántos tipos de enfermedades existen. Puesto que hay infinidad de ellas aquí tenéis una clasificación bastante sencilla para comenzar. Las enfermedades se clasifican en:
-ALERGIAS: Debidas a la reacción del sistema inmunológico y a agentes externos (antígenos). Son por ejemplo la fiebre del heno, hurticaria o intolerancia a los alimentos.
-ENFERMEDADES INFECCIOSAS: Debidas a virus y bacterias, se difunden rápidamente a numerosos individuos. Son por ejemplo la varicela, escarlatina, sarampión, peste, gripe, enfermedades de transmisión sexual, Sida, etc.
-ENFERMEDADES PARASITARIAS: Debidas a organismos parasitarios (protozoos, gusanos, hongos). Tenemos la amebiasis, micosis, filariasis, etc.
-ENFERMEDADES CONGÉNITAS: Debidas a anomalías del desarrollo fetal, como síndrome de down, espina bífida, megacolon, etc.
-ENFERMEDADES HEREDITARIAS: Debidas a la transmisión hereditaria de genes, dominantes o recesivos, a los que están ligados determinadas patologías. Pueden ser por ejemplo la hemofilia, el daltonismo, la talasemia, fibrosis quística, etc.
-ENFERMEDADES AUTOINMUNES: Debidas a una alteración de los mecanismos de reconocimiento del sistema inmunitario, que reacciona contra el propio organismo. Por ejemplo artritis reumatoide, miastenia gravis, etc.
-ALTERACIONES NEOPLÁSICAS: Que son fundamentalmente tumores y cáncer.
-TRAUMATISMOS Y ACCIDENTES: Debidos a accidentes capaces de provocar lesiones en un organismo sano. Tenemos por ejemplo heridas, fracturas, asfixia, lesiones deportivas, etc.
-INTOXICACIONES: Debidas a los efectos de sustancias tóxicas producidas por organismos (toxinas bacterianas, animales y vegetales) o por determinados compuestos químicos. Por ejemplo botulismo, intoxicación por veneno de serpientes, intoxicación por monóxido de carbono, etc.
-ENFERMEDADES NEURODEGENERATIVAS: Debidas a la degeneración progesiva de las funciones nerviosas. Son el Alzheimer, Parkinson, corea de Huntington o esclerosis múltiple, entre otras.
-TRASTORNOS MENTALES RELACIONADOS CON EL USO DE SUSTANCIAS: Debidos a causas orgánicas y/o ambientales o al uso de sustancias psicoactivas. Por ejemplo depresión, histeria, paranoia, retraso mental, etc.
-ENFERMEDADES METABÓLICAS: Debidas a anomalías de las reacciones químicas metabólicas, que normalmente dirigen la síntesis o la destrucción de las moléculas, como la fenilcetonuria, gota, diabetes, etc.
-ENFERMEDADES POR DESEQUILIBRIOS NUTRICIONALES: Debidas a la ingesta reducida o excesiva de sustancias nutritivas, a disturbios de la absorción o a la carencia de elementos nutritivos esenciales. Por ejemplo anorexia, bulimia, obesidad, avitaminosis, etc.
Más o menos iremos hablando de cada una de estas enfermedades por separado y añadiendo otras más a la lista.